Un hombre camina por la noche, completamente perdido, en medio de una impresionante tempestad. Los rayos iluminan fugazmente el camino, pero no es capaz de encontrar ninguna vereda o sendero por el que pueda avanzar. De pronto cae al vacío. Y, en la caída, puede agarrarse la rama de un árbol. Un rayo ilumina el escenario y ve que , a sus pies, se encuentra un abismo impresiónate. No sabe qué hacer. Cuando ya las fuerzas le están abandonando, grita lo más fuerte que puede:
- ¿Hay alguien por ahí?
Guarda silencio y sólo oye el rugido de la tormenta. De pronto, oye una voz que lo invade todo y que, dirigiéndose a él, dice:
- Soy el Señor, tu Dios, déjate caer y mis ángeles te recogerán con sus alas para que no te hagas ningún daño.
Se queda pensativo unos momentos, agarrándose con todas sus fuerzas a la rama. Y dice con voz potente:
- ¿Hay alguien más por ahí?
Entrada efectuada por Salvador Pérez
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