Cuando queremos negar a una persona el derecho a intervenir u opinar en un asunto, decimos que no tiene en él ni arte ni parte. Para afirmar el derecho que en la sociedad tienen los ciudadanos y ciudadanas a opinar y a intervenir, he querido darle la vuelta a esta vieja expresión castellana diciendo: “Arte y parte”.
Los ciudadanos tienen el derecho (y el deber, no lo olvidemos) de participar. Porque no son meros súbditos que se callan, que acatan y cumplen las leyes, que pagan la sanción correspondiente cuando las infringen y que, en definitiva, obedecen. Los ciudadanos no son profesionales de la obediencia sino de la responsabilidad
Del blog de Miguel Angel Santos Guerra.
Entrada efectuada por Salvador Pérez Guantes
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