19/6/08

La educación es una tarea que consiste en ayudar a que los otros aprendan a pensar por sí mismos, a decidir por sí mismos, a tener su propio cuadro de valores. Holderlin utiliza una hermosa metáfora para expresar la necesidad de la autonomía y de la independencia. Los educadores, dice, forman a sus educandos, como los océanos forman a los continentes: retirándose. Para que el continente emerja, las aguas tienen que retroceder. Si el agua anega la tierra, el continente no podrá existir. Lo que nos dicen los alumnos a los educadores es lo siguiente:
– Ayúdame a hacerlo sólo.

Decía Concepción Arenal: “No hay animal tan manso que, atado, no se irrite”. El problema radica en que, a veces, las ataduras no provienen de quien tiene autoridad sino de quien se siente súbdito. Es, entonces, muy difícil la liberación. Porque el súbdito sólo se siente seguro cuando está bien atado al que manda, cuando le dicen lo que tiene que pensar y lo que tiene que hacer. “Nadie es más esclavo que el que se siente libre sin serlo”, decía Goethe.

La libertad no es solamente un derecho, es un deber. Decía Albert Camus que “la libertad no está hecha esencialmente de privilegios sino, sobre todo, de deberes”.


Del blog de Miguel Angel Santos Guerra
Entrada efectuada por Salvador Pérez

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